sábado, noviembre 14, 2009

Concurso fotográfico: ¿premio de consuelo?


Estas son las tres fotos que envié a un concurso de fotografía del la Universidad de Talca y sólo me dieron un premio de consuelo, bueno, como dicen por ahí, lo importante era participar: sí oh! Abajo está la ficha con la que presenté estas fotos:




- Fotografía 1: “Gaviotas dialogando con la luna”.

- Fotografía 2: “Gaviotas dialogando con la luna 2”.

- Fotografía 3: “Gaviotas y luna se fueron de paseo”.


Autora: María Soledad Vargas Carrillo.

Profesora de Castellano y Periodista. Aficionada a la fotografía desde mi infancia maulina, pero siempre como autodidacta.


Descripción de la obra:

Al observar mis fotografías veo que la mirada impresionista siempre está detrás de mis obturaciones. Pues previo a una serie de fotografías, antes he pasado horas contemplando el paisaje que me rodea; viendo cómo van cambiando los colores del cielo, las nubes, las estrellas entre otros; en definitiva, contemplar las distorsiones de la luz. Así como ya lo hicieron los grandes maestros de la pintura impresionista en el siglo XIX: Manet, Renoir, Monet, por citar algunos.


Justamente, recogiendo la tradición impresionista es que surge esta serie fotográfica, cuyo tema central es la mirada que tengo desde mi ventana o mejor dicho desde mi balcón y cómo a partir de ciertas luces y sombras, decido tomar mi cámara y comenzar a disparar haciendo fotos al cielo, pero más que al cielo es a la luz y a sus caprichos; y por sobre todo, a los personajes que juegan con estos caprichos como son los astros, en este caso la luna, y las aves, como son las gaviotas.


Conjugando estos conceptos nace la idea de hacer esta serie fotográfica. La elección del tema: luz y sombras al atardecer, y especialmente, los actores que reaccionan a este juego de luces: las gaviotas revoltosas y la luna caprichosa, esta última sólo se dejó fotografiar por mi cámara digital. Pues desde mis propios ojos miopes, en todos esos minutos de esa tarde de un sábado primaveral nunca la pude ver, ya que se escondía tras las nubes. Justamente esa es la magia de la fotografía, donde queda registrado el rastro de los astros y otros actores que son, muchas veces, invisibles a la mirada humana. Y bueno, en mi mente romántica, la última foto imagina un enamoramiento entre las gaviotas y la luna, quienes después de un diálogo constructivo, visto en las primeras fotos, se van de paseo… Y ahí comenzaría otra serie, la que será vista en un futuro cercano…


Viña del Mar, 16 de octubre de 2009.


Y como todos mis escritos, siempre tiene su correlato musical:


lunes, mayo 04, 2009

HA MUERTO… ESTÁ ENTERRADO!!!

“¡Ha muerto…!

Está enterrado bajo tierra”… Me dijeron…


No contenta con ello, fui y escarbé con mis uñas en la tierra…


No contenta con ello, fui y escarbé con mis garras

hasta llegar a ver lo que había tras de esas capas de tierra…

de esas capas de lodo y oscuridad…


No contenta con ello… fui

y (des)enterré con mis garras…

--ya no me quedaban uñas ni dedos— el cadáver del muerto…


No contenta con ello… fui

y (des)enterré con mis muñones

el cadáver y me abracé a él…

pero sólo eran… huesos y gusanos…


No contenta con ello… fui

y (des)enterré el cadáver de aquello,

que hace muchos años murió y nunca resucitó…


No contenta con ello… fui

y enterré junto al cadáver del muerto

mis (des)ilusiones y mis (des)esperanzas…


No contenta con ello… fui

enterré, por fin, el cadáver del muerto…


Y X fin… pude mirar el cielo y pude gritar…

¡¡¡ESTOY VIVA!!! A pesar de todo…




Y como todo poema, tiene su correlato musical, ahí va:

domingo, marzo 29, 2009

Nada hay en mi alma... nada hay en mi corazón...


Nada hay en mi alma... nada hay en mi corazón...