viernes, noviembre 24, 2006

Un Juego: Deseos INTANGIBLES para estas Navidades


El otro día me puse a pensar que estas Navidades (1) iban a ser especiales o espaciales para mí...

Y después de escuchar las noticias de una conocida radio nacional, donde comentaban que este año en las Fiestas de Fin de Año, los chilenos íbamos a gastar más que en toda nuestra historia, dado el mejor estándar de vida que hoy tenemos. Entonces, me puse a pensar en este post...

No puedo negar que me encanta recibir regalosss, aunque reconozco que disfruto más haciéndolos, y que comienzo a comprarlos desde mitad de año, jajjaja!!!

También he de confesar que NUNCA creí en el Viejito Pascuero pues mis queridos primos mayores se encargaron de hacerme saber desde que tengo memoria, que este ¿NO EXISTÍA? ¡Snif! Aunque cerraba bien los ojos, y luego miraba al cielo, intentando creer, sabía que ¿no era cierto? Por ende, siempre fui cómplice de mis primos más chicos que aún creían para no terminar con sus ilusiones...

Después cuando viví en España, me encantó la idea de los Reyes Magos, y en ELLOS sí que pude creer, porque cuando viví en esa cultura nadie me dijo que eran in_existentes... Y creí, creo y creeré en ELLOS...

Considerando todo esto se me ocurrió proponerles un juego interactivo... pedir uno, dos o tres deseos in_tangibles, o sea, aquello que deseamos en nuestro fuero más interno pero que nuestra i_racionalidad nos obliga a no escribirlos en ninguna carta, por vergüenza, incredulidad... y dejarlos, muchas veces, en el olvido... por ser extraños, ilusos, imposibles, etc, por sobre todo, etc...
Ahí van los míos:

1. Una llamada de LAAARGA distancia para hablar con mi mamá, esté dónde esté, mínimo 1 hora...

2. Pasar un fin de semana COMPLETO con mi papá en Vilches SIN la Joyita (su actual señora)

3. Volver a los 17 años, para recuperar la(s) energía(s) y la esperaaanza...

Ah! Y tb. me gustaría tener de nuevo una Josefina, mi perrita más querida.

Cuando esté en la oficina transcribiré los dessseos voluntarios de un grupo de estudiantes que quisieron compartir conmigo sus más íntimos sueños...


Y a un mes de Nochebuena, FELIZZZ NAVIDAD!!! Jojojo!!! (2)

(1) Desde mi pasada por Barcelona, aprendí a decirles NAVIDADES en plural, pues allá celebran hasta el día de Reyes, 6 de enero, y como se lo pasan "pipa" lo he asumido como propio... todo sea para celebrar y comer cosas ricas por más días, jajja!!!

(2) Dibujo y descripción de: Sebastián Galleguillos Peredo, 7 años. "Es gordito, cuando llega la casa se ríe y dice jo jo jo jo jo con una voz ronca, en la bolsita trae juguetes que el confecciona junto a sus duendes y otros que saca de lugares como tiendas. Trae una polera que le combina con su traje y la usa solo cuando hace mucho calor,usa igual su pantalón rojo pero de una tela mas delgada y zapatos negros.( no botas), chaleco rojo tambien delgado. Viene igual en trineo volador tirado por sus renos. Los regalos los lleva en bolsa pero no en caja y no usa papel de reagalo ni cintas de colores".

lunes, noviembre 06, 2006

¿Somos o no somos besucones los chilenos?

COLUMNA; Y OTROS MOTES CON HUESILLOS (periodicidad: variable)



A propósito de mis últimas horas en tierras chilenas antes de viajar a Barcelona, me vino a la memoria un comentario que me hiciera una amiga catalana en mi primer año de doctorado: “¡qué besucones que sois los chilen@s!” Pues cada vez que la veía la saludaba con un beso doble –en España uno besa en cada mejilla-.

Volviendo a lo vivido en Viña del Mar en mis últimas horas, ya entrada la noche, antes de despegar a la Península en septiembre pasado…Fueron horas de agitación y angustia, porque no me podía las maletas, acudieron a mi llamado de SOS, un par de personas más o menos des_conocidas. Primero fue uno de los conserjes, Don Jorge, quien me ayudó gentilmente a cargar la más grande. Mientras yo iba corriendo a buscar un taxi a la esquina que había palabreado un par de horas antes, Don Jorge se quedó cuidando mi equipaje.

Cuando llegó el taxi correspondía despedirme de don Jorge, obviamente de besos y abrazos: ¡muac!, ¡muac! “¡Buen viaje! ¡Qué lo pase bien!”. Me gritó cuando el auto se movía.

Por fin, cuando logré subirme al vehículo, el taxista me pidió disculpas por ir con su señora como copiloto; a esa altura de la noche, habría aguantado hasta a su abuelita, al gato y al perro.

El trayecto al Terminal de Buses de la Ciudad Jardín fue rápido, comentamos lo grande que era mi maleta, y conté, “que me la había comprado en una ganga en Barcelona el 2003 en una tienda de chinos… en el Eixample…”. “¡Ah! ¿Así que vivió en España?” –me preguntó el taxista-. Sí le contesté, bla, bla, bla…

Al llegar al “Rodoviario” caigo en la cuenta que en mi billetera solo tenía ¡¡Eurosss!! Y mis dos dólares de la suerte. Así que empecé a hacerme la simpática, pa’ que me creyeran y no fueran a pensar que era una fresca, una ladrona o una terrorista. Le dije que me esperaran mientras iba a por las lucas. Incluso ilusamente les dije que dejaba TODO mi equipaje hasta el computador portátil.[1]

En fin, creo que el taxista y su señora se compadecieron de mi apesadumbrada cara y no huyeron. Es más, el taxista me fue a dejar casi al lado del bus, él cargaba la maleta más grande, jijiji! Le pagué y le di las gracias; y para mi sorpresa y asombro él se despidió de mí de besos: ¡muac!, ¡muac! A mí casi me dio un ataque de risa, pues en el trayecto de mi casa al Terminal nos habíamos hecho “casi” amigos.

Ya estaba por subir al bus, cuando me encontré con una alumna de periodismo, quien me saludó de besos: ¡muac!, ¡muac! Charlamos unos minutos. Luego nos despedimos de besos y abrazos. “Suerte y buen viaje” me dijo.

Cuando llegué al bus, el azafato del interprovincial vio mi tremenda maleta y puso cara de espanto: ¡¡¿viene sola?!! NO, le mentí: “me vinieron a dejar mi papá, mi mamá y mi hermana”. Jajaja!!!

Finalmente, por fin arriba del bus a Santiago, al parecer, me bajó la presión y me desmayé[2]… Y me desperté cuando el azafato –un morenazo- me hacía respiración boca a boca… Yo asustada e im_presionada, le dije: ¡¡¿No será mucho?!! Y relamiéndose los labios me respondió: “lo hice para que volviera en sí”…

Hasta hoy me sonrojo cuando recuerdo estos sucesos, y me pregunto: ¿somos besucones o patudos l@s chilen@s?

[1] Ahora pienso que si se hubiesen ido yo habría sido la más perjudicada, pues mi botín era mucho más contundente: notebook, + pendriver de 1 giga “sumergible”; regalos varios: botellas de pisco (45º), joyas de lapislázuli, bolsas de charqui, kilos de: manjar, mote y huesillos; una treintena de alfajores, entre otras cosas.
[2] Esta no es la primera vez que me desmayo en un medio de transporte. Pero esa será otra historia: "La Sole y sus desmayos".

Ah! Las modelos de las fotos son tres de mis mejores amigas: Loreto, Eliana y Paula

jueves, noviembre 02, 2006

Post Interactivo

Ya que la interactividad la lleva, los invito a elegir que desean leer en el próximo post:
1. Columna firmada, Y otros motes con Huesillos... "¿Somos o no somos besucones los chilen@s?

2. Mis obsesiones 1: "Mis pies y sus zapatos"

P.D. Mientras tanto, ya que hoy es día de "Difuntos", pueden visitar el blog de mi Weli