lunes, febrero 27, 2006

Se acaba el verano allí i aquí comienza la primavera





Finalizando la época de carnaval...todo vuelve a la nor-malidad


Se acaba febrero, y con éste también el carnaval -mundo al revés- y todo va adquiriendo un poco más de orden, aparentemente.

En Chile la gente comienza a despedirse del verano, el Festival de Viña ya se acaba y acá en Cataluña la gente espera ansiosa la primavera y un poco de sol.

Las personas que somos errantes, como quien escribe estas notas, deben hacer un esfuerzo enorme para estar aterrizadas en la Tierra; no desvincularse del todo del lugar de origen y tampoco vivir eternamente como turista en una ciudad y país que uno quiere y conoce. Además, el fin de este viaje es más mundano que espiritual...

Por lo tanto, desde hoy he decidido contar mis travesías cotidianas en Cataluña, pues me asumo como viajera empedernida; y no es casual que para estar aquí donde hoy escribo pausadamente estas letras, he debido coger dos trenes: Renfe -compañía de trenes del estado- y después los ferrocata, trenes de la Generalitat de Catalunya.

Desde que viajo cada día a la universidad he mirado y registrado muchas imágenes, algunas de las cuales voy a ir compartiendo con ustedes o vosotros (pues ahora que estoy en la Uropas, también tengo lectores de este lado del Charco).

Recuerden que soy una aprendiz de fotógrafa, y además, aprendiz de bloggista...
Ahí van:

1. En Barcelona se vive y se respira la interculturalidad, que no sólo está expresada en la teoría.

2. El Mediterráneo en estas fechas es un bálsamo para descansar la vista

3. Graffiteros hay en todas partes, sólo qye aquí las multas consisten en trabajos sociales, jaja, lo que resulta más duro que las multas o la cárcel.

4. También hay otros habitantes que no gozan de esta economía del bienestar, unos viven como pueden y los otros, soberviven con lo que desechan las demás personas...

5. Y finalemente, la llegada a destino: después de hacer un repaso a la prensa española y europea: del corazón, de actualidad, femenina y masculina, deportiva entre otras; con tantos estímulos en el cuerpo y corazón, intentar terminar mi Tesis doctoral, jaja; y ver que ahora NO sólo somos conocidos por PiNOcho el mentiroso, sino también por la primera mujer en convertirse en Presidenta de una República...




















miércoles, febrero 22, 2006

Las fotos... AL FIN!!!

Para Sole Vargas con admiración.
NO me gustó mucho eso de “flemático”, pero bueno…

LO DEMÁS QUEDA ENTRE NOSOTROS DOS…
Un abrazo y nos vemos en abril,

Ralph Fiennes

---imagen XXX.jpg. encriptada y censurada---

---imagen XXY.jpg. encriptada y censurada---

domingo, febrero 19, 2006

Una crítica de una película que me dejó pensando



En mi segunda semana en Cataluña he visto y he escuchado muchas cosas, incluso he realizado fotos que nuuunca antes en mi vida me había atrevido...

Ahora bien, lo que más me ha dado vueltas esta semana en la cabeza, en el estómago y en el corazón, ha sido la película que vi el sábado pasado, El jardinero fiel, me quedé con una sensación rara, aparte de estar encantada con el Ralph Finnies... me quedé pensando, pensando y pensando...
¿Sucederá esto también en Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Paraguay, entre otros países de Latinoamérica?

Ya no me enrollo más -como me dicen mis sobrinos catalanes- y ahí va. Espero sus comentarios.

Un filme para pensar:

El jardinero in-fiel

Sole Vargas (Premià de Mar).- Imposible quedarme impasible a lo visto en este filme de Fernando Meirelles (2005), guión de Jeffrey Caine (Novela: John Le Carré) que me lleva a reflexionar que lo presentado en la pantalla grande, tal vez, no sólo ocurra en África, por qué no el escenario podría ser Latinoamérica, y así como los ciudadanos de Kenya nosotros, tal vez, también hemos sido parte de experimentos de las grandes multinacionales farmacéuticas que prueban sus medicamentos con los ciudadanos del Tercer Mundo –con el consentimiento de sus gobernantes- y después cuando ya han muerto varios en los ensayos se atreven a recetarlos a sus ciudadanos.

La trama de amor, los paisajes de África y los habitantes del continente negro me llevan a viajar a esta, tantas veces olvidada, tierra donde cada día miles de niños, mujeres y hombres mueren de hambre, producto de las guerras tribales, fruto de plagas o enfermedades extrañas.

Los personajes que en un principio no parecen tan convincentes al final de la trama terminan por cautivarme, el flemático diplomático británico, Justin Quayle, encarnado por el exquisito Ralph Fiennes quien NO se entera de nada y que sólo se preocupa de cuidar su bello jardín. Pero su vida cambia abruptamente cuando su esposa, la activista Tessa Quayle, representada por Rachel Weiz, es asesinada en un confuso accidente; una supuesta venganza pasional.

Su marido al quedar desolado y de ser sólo fiel a sus plantas, pierde la inocencia y descubre que se trata de un complot del gobierno británico en conjunto con las empresas farmacéuticas; despierta y vemos a un hombre de carne y hueso que es capaz de enfrentarse a las autoridades del gobierno del Reino Unido.

En este minuto la trama de la película me atrapa, pues adquiere un ritmo mucho más rápido, vemos al héroe asumir su funesto destino, asume su condición de infiel a su país: huye de África, viaja a Inglaterra, asume falsas identidades, es amenazado de muerte, golpeado por unos matones que lo dejan medio muerto; vuelve al continente negro hasta hallar la clave que buscaba. Su mejor amigo, había delatado a su mujer, dejándola ad portas de sus victimarios. Ya sabe que él también correrá la misma suerte. Pero antes de que esto ocurra revela todo a un primo de Tessa, quien finalmente dará cuenta y responsabilizará a los gobernantes británicos del asesinato brutal del que fueron víctimas sus familiares.

Los actores secundarios también tienen su minuto de gloria, el médico de origen africano, quien es el supuesto amante de la versátil y atrevida Tessa, a quien vemos luchar valientemente contra el SIDA, el hambre y las múltiples enfermedades que están asolando a Kenya, -curioso resulta que ni en el sitio oficial de la peli aparece el nombre de este actor-.

El encarna al hombre ilustrado, quien es marginado NO sólo por su color si no también por su condición de homosexual; tema que es tocado tangencialmente, pues esto lo descubrimos en el desenlace final cuando una de las mejores amigas de la víctima le confiesa a Justin que entre Tessa y el doctor NO podría haber existido ningún romance, pues éste era gay. Al saber esto el diplomático se convence de sus intuiciones y comienza a desvelar el complot.

El otro personaje secundario es el amigo fiel de la pareja, personificado por Danny Huston, un tipo cínico, que busca por todos los medios conquistar y acostarse con Tessa, y quien más tarde no trepida en entregarla a sus verdugos, él opta por ser fiel a su gobierno e infiel con sus camaradas.

Al final, en mis ojos nublados de impotencia –a medio camino del tercer y primer mundo-, queda la imagen del paisaje de África donde los personajes fueron asesinados por mercenarios de multinacionales, y sobre todo los rostros de sufrimiento de miles de seres humanos de Kenya, de Sudán o de Sierra Leona, que mueren como si fueran insectos sin conocer el supuesto paraíso de nuestras sociedades civilizadas. Lo que me lleva a pensar que esto no sólo está sucediendo allí, sino que el escenario podría ser cualquier país pobre del mundo.


Título original: "The constant gardener"

País y año: EE.UU. (2005)

Género: Drama

Fecha del estreno: 04/11/2005 Distribuidor: United International Pictures Duración: 129'

jueves, febrero 09, 2006

CON-TRASTES O CÓMO SER Y VIVIR...

Siete días en “las Uropas”:
CON-TRASTES O CÓMO SER Y VIVIR CON UNA MIRADA TERCERMUNDISTA SIN MORIR EN EL INTENTO.
  1. Excitación por volver a pisar tierras ibéricas y volver a vivir –aunque sea por 3 meses- cerca del Mediterráneo…

  1. Ver y sentir que el pueblo de Premià de Mar ya se ha incorporado al mundo globalizado: a la vuelta de casa de mi prima, Carola, ¡ya tenemos un sexshop! ¡Wau! ¡Qué modernidad o postmodernidad! Jajjajaja!!! Ya irán las fotos…

  1. Experimentar en carne propia el jet lag, o sea, dormir más de 10 horas seguidas sin tener ni una pizca de sentimiento de culpa, jajaja!!! Almorzar o comer, que es lo mismo, como a las cinco de la tarde y tomar once una hora después. Resultado: vientre, por NO decir, “guata” hinchada y llena de gases, por no decir “peos”.

  1. Ir de compras al FNAC y mientras el meu marit tragaba libros de historia, de Da Vinci, de Arte, etc.; descubrir, leyendo un manual de cómo cultivar cannabis que SOY UNA INGENUA, una vez más, por haber plantado en casa de mis suegros unas semillas de alimento para canarios, que NO harán volaaar a nadien, sólo adornar bellamente aquel pulcro jardín, ¡snif!

  1. Reírme a carcajadas con la peli “Secretos compartidos” en versión en castellano, “pues coño, anda tío…”, no sé cómo irá a ser traducida en Xile… Mientras el meu marit roncaba a “pata suelta” y mi Tía Carmen me decía que no me riera tan fuerte. Sentirme identificada con la Uma Thurman, no por lo flaca, si no por sus sentimientos…

  1. Escuchar hasta el cansancio la polémica sobre la libertad de expresión v/s la libertad de credos, a propósito de las “atinadas” viñetas del periódico danés que publicó caricaturas de Mahoma y fueron replicadas en diversos diarios europeos en defensa de la manida libertad de expresión sin considerar los álgidos estados de ánimos de miles de ciudadanos/as musulmanes, que están hasta los cojones de ser foco de burlas e improperios. Resultado: tres embajadas quemadas e incluso hasta una oficina chilena. Una vez más me tomo la cabeza a dos manos, y comprendo que tras dos guerras mundiales NO hemos aprendido la lección; seguimos interpretando a las otras culturas desde nuestra privilegiada mirada occidental extremistamente etnocéntrica. ¡Ojo! Que la próxima guerra será contra Irán, ¿o no señor Bush?

  1. Ver y sentir en el metro de Barcelona la dura discriminación: “fora moros i sudacas”.

¡Snif! A una semana, extraño mi chilito con olor a cebolla, a pata en las micros con sus gentiles choferes y el sabor de las humitas y pastel de choclo… que no alcancé a probar antes de volar. ¡Qué alguien me congele uno por favor!